LA RESPONSABILIDAD DE PREDICAR EL EVANGELIO

DIOS TE ASIGNÓ LA TAREA 
DE PREDICAR EL EVANGELIO
¿COMO HACERLO?
(Parte 1)

    Dice en Colosenses 4:2-6 que, "dediques siempre tiempo a la oración y no dejes de darle gracias a Dios. 3 Que ores por la Iglesia y le pidas a Dios que con Su Poder, pueda anunciar el evangelio con libertad y que el misterio sobrenatural de Cristo se explique y se entienda de la mejor manera, sobre todo cuando hay dificultades para hacerlo. 4 Pídele a Dios que el mensaje de salvación pueda explicarse con claridad. 5 Usa la inteligencia para tratar correctamente a aquellos que están lejos del Señor y 6 aprovecha con sabiduría cada oportunidad que tengas para conversar con ellos. Habla siempre de cosas buenas, dilas de modo agradable y piensa bien que contestarle a cada uno" (Biblia Para Todos).

    Basado en este texto, desarrollaremos una reflexión durante varios días, acerca de como poder llevar adelante esta hermosa responsabilidad que el Señor nos encargó hasta su segundo regreso. Por ello:

    • Pidele en oración al Padre que ilumine la Palabra y te hable.

    • Cuando leas, pregúntale a Dios que te enseñe lo que debes hacer.

    • Una vez que ya sabes la respuesta, ajusta tu vida a la enseñanza y procede a ponerla en práctica.

    • Disfruta de los beneficios de la obediencia.



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DE PREDICAR EL EVANGELIO
¿COMO HACERLO?
(Parte 2)

    En Marcos 16:15 Jesús te dice que "vayas por todos lados anunciando la buena noticia de la salvación al mundo" (Biblia Para Todos).

    Evidentemente es una asignación.

    Una responsabilidad delegada por Jesucristo a la Iglesia a cada uno de nosotros.

    A vos, especialmente: ¿Por qué crees que te da la responsabilidad? Porque confía en vos. Él sabe que puedes llevarla adelante con éxito.

    Cuando comiences a cumplir con la asignación, te promete que:

    - Él y vos son uno (Juan 17:20-21). Cuando vayas, Él va con vos.

    - Te capacitará para la tarea (Juan 14:16-17). Es tu Maestro permanente y te enseñará todas las cosas, solo debes tener un corazón dispuesto a aprender.

    - Él ha decretado que sos una Luz en la oscuridad y la Sal de la tierra (Mateo 5:13-16). Su Palabra lo dice. Ser Sal y Luz no es algo que lograste por tus méritos, sino porque Jesucristo lo ha declarado sobre cada uno de sus hijos. Él dice que: Sos la Sal de la Tierra y la Luz entre las Tinieblas. Y si salió de Su Boca, es así.

    - Su Poder y Autoridad están en vos (Mateo 28:18). Acabamos de decir que Jesús está en vos, pero también te acompaña Su Poder, el cual le fue concedido por el Padre

    - Estará con vos, siempre (Mateo 28:20). Cuando prediques, Cristo habla por vos, eres un instrumento en sus manos.

    Servir al Padre es una bendición, como también lo es experimentar como usa tu vida y se sirve de ella para que otros le conozcan es vivir en Su Gloria.

    ¿Quieres más de Dios? Entonces avanza confiado y tendrás más de Su Presencia...

    Él mismo dijo que "si lo buscas, lo encuentras".

    Cree y camina a la vez.

    Predica el evangelio.



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DE PREDICAR EL EVANGELIO
¿COMO HACERLO?
(Parte 3)

    Colosenses 4:2 dice que "dediques siempre tiempo a la oración y no dejes de dar gracias a Dios" (Biblia Para Todos).

    La oración es lo que Dios te dio para tener relación con Él.

    Cuando oras, estás dialogando con el Padre, ya que sus respuestas las recibes a través de Su Palabra, Su Espíritu o por situaciones diversas en las que Dios te habla.

    Al orar el Cielo se abre y desciende a la Tierra y comienzan a percibirse las respuestas con hechos sobrenaturales. Por ello, cuando vayas a predicar, recuerda:

    • Hacer una lista de aquellas personas a las que vas a compartirle el evangelio e intercede por ellas delante del Señor, para que tenga misericordia, prepare su corazón y les conceda el arrepentimiento.

    • Persevera cada día orando por cada persona de la lista.


    Ora:

    • Para ser un portavoz del mensaje de Salvación.

    • Para que cuando sea oportuno, Dios hable por medio tuyo.

    • Para que los que reciban el mensaje tengan hambre y sed de Cristo.

    • Para que el corazón de esas personas esté preparado para recibir a Jesús.

    • Para que Su Espíritu los convenza de pecado, justicia y juicio, y les enseñe todas las cosas.

    • Para que el Reino de Dios y Su Justicia se manifiesten donde estés predicando.

    La oración hace que se mueva el Reino de Dios, por ello debe ser un diálogo permanente y diario.

    Si pides, obtendrás; si buscas, encontrarás; si llamas, se abrirán las puertas celestiales.

    La evangelización comienza cuando oras.



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¿COMO HACERLO?
(Parte 4)

    Dice en Colosenses 4:3 que, "ores por la Iglesia y le pidas a Dios que con Su Poder, pueda anunciar el evangelio con libertad y que el misterio sobrenatural de Cristo se explique y se entienda de la mejor manera, sobre todo cuando hay dificultades para hacerlo" (Biblia Para Todos).

    El texto es la continuidad del día anterior, por ello insistimos en que priorices la oración para evangelizar con éxito.

    Debes interceder ante el Padre por la Iglesia:

    • Jesús dice que somos la "Luz del Mundo", el faro referente en medio de la oscuridad.

    • También la "Sal de la Tierra". Lo que le da sabor a la vida; el valor que se anhela (en ese tiempo la sal se usaba para negociar); y la sanidad que necesitan las almas (la sal se usaba para curar las heridas).


Ora:

    • Para que estas cualidades de la Iglesia se muestren al mundo necesitado de Dios.

    • Para que Dios manifieste Su Poder Salvador cuando prediquemos.

    • Para que se predique con libertad.

    • Para que cuando se predique, aquel que reciba el mensaje, lo entienda.

    • Ante las dificultades que se presenten, el Poder de Dios las resuelvan sobrenaturalmente.



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¿COMO HACERLO?
(Parte 5)

    Dice en Colosenses 4:4 que "le pidas a Dios que el mensaje de salvación pueda explicarse con claridad" (Biblia Para Todos).

    Dios, al declararte su hijo, te dio Su Nombre y la Autoridad para ejercer como tal entre las personas. Por ello, cuando oras, se transforma el ambiente espiritual en que estás.

    En otras palabras, "los Cielos se abren y desciende el Reino de Dios a la tierra" y como consecuencia, el lugar físico y material en que estás, espiritualmente se torna diferente ya que Adonai (El Señor del Universo y la Creación) se muestra con Su Poder.

    Solo los espirituales entienden estas cosas, el que no ha recibido a Cristo, todavía no. Por ello es que debes orar:

    • Para que aquel que recibe el Mensaje, esté preparado espiritualmente para entenderlo, y como Dios es Soberano (por ello también es el Dios de los que lo rechazan), oirá tu oración y preparará los oídos para que atiendan y entiendan la Palabra.

    • Para que expliques el mensaje de forma clara, simple y sencilla.

    Dios contestará tu oración, porque ve en vos un corazón dispuesto a ser usado por el Padre y porque será Él quien le hable al corazón de la persona a través de tus palabras.

    Ora para que Dios te utilice y se sirva de tu vida.



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DE PREDICAR EL EVANGELIO
¿COMO HACERLO?
(Parte 6)

    Dice en Colosenses 4:5-6 que "uses la inteligencia para tratar correctamente a aquellos que están lejos del Señor y aprovecha con sabiduría cada oportunidad que tengas para conversar con ellos. Habla siempre de cosas buenas, dilas de modo agradable y piensa bien que contestarle a cada uno" (Biblia Para Todos).

    Este es el momento de ir y mientras vas, también haces.

    El ámbito espiritual ya está preparado como resultado de la oración y la intercesión, por eso ha llegado el momento exacto en que hay que salir y "compartir las buenas noticias con las personas" (Marcos 16:15).

    Por ello, cuando prediques el evangelio:

    • Presta atención y escucha lo que te dice la persona a quien estás evangelizando.

    • Conoce sus necesidades, para ello debes establecer una relación de confianza.

    • Procura su amistad.

    • Dios te dio la inteligencia, por lo tanto úsala correctamente, escucha más de lo que hables y descubre mientras dialogas, cual es la necesidad de la persona, que es lo que le falta… su carencia.

    • Hay momentos oportunos para predicar la buena noticia y otros en los cuales solamente podrás escuchar, consolar o abrazar. Aprende a descubrirlos con la Sabiduría que Dios te proveyó.

    • No respondas con ligereza, antes de dar una respuesta piensa bien lo que vas a decirle, pídele a Dios que te de la respuesta exacta, ya que si viene de Él, es Palabra de Vida y Esperanza.

    • Contesta con palabras buenas y agradables.

    Predica el evangelio.

    Ora.

    Ve y Hace.

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